En los servicios de hosting compartido el cliente comparte el servidor con otros clientes, por supuesto, ningún cliente tiene acceso alguno a datos de otros clientes, lo que si comparten son los recursos del servidor como RAM o CPU. Este tipo de hosting esta indicado para páginas web presenciales o blogs con pocas visitas con un uso esporádico del servicio de correo electrónico.

Por el contrario en un servidor privado el cliente dispone de un servidor en exclusiva para él, dispone de sus propios recursos de RAM, CPU, disco, Ips, etc. y no es compartido con otros clientes. Este tipo de hosting esta indicado para uso profesional del servicio de correo electrónico o portales web con muchas visitas.

Al contratar un servidor privado se tiene además la posibilidad de realizar configuraciones específicas para que se adapte completamente a tus necesidades, no así en el caso del hosting compartido en el que la configuración de todos los servicios será la recomendada en cada momento para maximizar la seguridad y estabilidad de los mismos.